Ir al contenido
Contáctanos

55 416 550 50

Síguenos en nuestras Redes Sociales

Diabetes Mellitus

Es un trastorno que se caracteriza por concentraciones elevadas de glucosa en sangre, se refiere a la forma inadecuada en que tu organismo utiliza la glucosa en sangre. La glucosa es una fuente importante de energía para las células. La diabetes se clasifica en Diabetes tipo 1 o insulino dependiente y la diabetes tipo 2 No insulinodependiente. 1. Glucemia plasmática en ayuno ≥ 126 mg/dl 2. HbA1c ≥ 6,5 % 3. Glucemia plasmática a las 2 horas del test de sobrecarga oral a la glucosa (después de tomar una carga de 75 gr. de glucosa) ≤ 200 mg/dl 4. La enfermedad en sí y muchos de los medicamentos utilizados para combatir la artritis reumatoide pueden dañar el sistema inmunitario y provocar un aumento de las infecciones. El ayuno se define como la no ingestión de calorías durante un mínimo de 8 horas. Una cifra diagnóstica de diabetes con cualquiera de estos test, ha de confirmarse mediante una segunda determinación preferentemente con el mismo test. Sobrecarga oral de glucosa con 75 gr. Síntomas Los síntomas de la diabetes pueden variar según la cantidad de glucosa. Estos son algunos de los signos y síntomas de la diabetes: Aumento de la sed. Ganas frecuentes de orinar. Hambre extrema. Ganas frecuentes de orinar. Pérdida de peso inexplicable. Presencia de cetonas en la orina. Fatiga. Irritabilidad. Visión borrosa. Llagas de cicatrización lenta. Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías, en la piel y en la vagina. Aunque la diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad, generalmente lo hace durante la infancia o la adolescencia. La diabetes tipo 2, el tipo de diabetes más común, puede aparecer a cualquier edad, aunque es más común en personas de más de 40 años. Causas de la diabetes tipo 2 Se cree que los factores genéticos y ambientales desempeñan un papel decisivo en el desarrollo de la diabetes tipo 2. El sobrepeso está estrechamente relacionado con el desarrollo de la diabetes tipo 2. Factores de riesgo para la diabetes tipo 1 Antecedentes familiares. Tu riesgo aumenta si tu padre, tu madre o algún hermano tienen diabetes tipo 1. Factores ambientales. Circunstancias como la exposición a alguna enfermedad probablemente tienen alguna relación con la diabetes tipo 1. Factores de riesgo para la diabetes tipo 2 Peso. Cuanto más tejido graso tengas, más resistentes se vuelven tus células a la insulina. Inactividad. Cuanto menos activo seas, mayor riesgo tendrás. Antecedentes familiares. Tu riesgo aumenta si tu padre, tu madre o algún hermano tienen diabetes tipo 2. La edad. Para las mujeres, tener síndrome de ovario poliquístico, una enfermedad común caracterizada por periodos menstruales irregulares, crecimiento excesivo de vello y obesidad, aumenta el riesgo de diabetes. Síndrome de ovario poliquístico. Cuanto menos activo seas, mayor riesgo tendrás. Niveles de colesterol y triglicéridos anormales. Si tienes niveles bajos de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) o colesterol «bueno», tu riesgo de diabetes tipo 2 es mayor. Las personas con altos niveles de triglicéridos tienen mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2. Complicaciones Las complicaciones de la diabetes a largo plazo se desarrollan de manera gradual. Cuanto más tiempo hace que tienes diabetes (y cuanto menos controlado esté tu nivel de glucosa en sangre), mayor riesgo de complicaciones existe. Enfermedad cardiovascular. La diabetes aumenta drásticamente el riesgo de sufrir diversos problemas cardiovasculares y eres más propenso a tener una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular. Daño a los nervios (neuropatía). Puede haber daño en los nervios, especialmente en las piernas. El daño en relación con la digestión puede causar problemas con náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento. En el caso de los hombres, puede dar lugar a la disfunción eréctil. Daño renal (nefropatía). Los riñones contienen millones de racimos de vasos sanguíneos diminutos (glomérulos). El daño puede conducir a la insuficiencia renal, que puede requerir diálisis o un trasplante de riñón. Daño ocular (retinopatía). La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía diabética), que puede conducir a la ceguera. Daños en los pies. Los daños en los nervios o un flujo sanguíneo insuficiente en los pies aumentan el riesgo de que, al tener una cicatrización deficiente, pueden requerir la amputación del dedo del pie, del pie o de la pierna. Enfermedades de la piel. La diabetes puede volverte más susceptible a tener problemas en la piel, como infecciones bacterianas y micóticas. Deterioro auditivo. Los problemas de la audición son comunes en las personas diabéticas. Enfermedad de Alzheimer La diabetes tipo 2 puede aumentar el riesgo de tener la enfermedad de Alzheimer. En la diabetes gestacional, pueden aparecer complicaciones en tu bebé, como las siguientes: Exceso de crecimiento. La glucosa en exceso puede hacer que tu bebé crezca demasiado (macrosomía). Bajo nivel de azúcar en sangre. Algunas veces, los bebés de madres con diabetes gestacional presentan un nivel bajo de azúcar en sangre inmediatamente después del nacimiento porque su propia producción de insulina es elevada. Diabetes tipo 2. Los bebés de madres con diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de padecer obesidad y diabetes tipo 2 más adelante en su vida. Muerte. La diabetes gestacional sin tratar puede producir la muerte del bebé, ya sea antes o inmediatamente después del nacimiento. La diabetes gestacional puede tener complicaciones en la madre, como las siguientes: Preeclampsia. Esta afección se caracteriza por la presión arterial alta, el exceso de proteínas en la orina, y la hinchazón en las piernas y los pies. Puede dar lugar a complicaciones graves e incluso mortales, tanto para la madre como para el bebé. Diabetes gestacional posterior. Cuando has tenido diabetes gestacional eres más propensa a tenerla nuevamente en el próximo embarazo. También eres más propensa a padecer diabetes. Prevención La diabetes tipo 2 las opciones de estilo de vida saludable pueden ayudar a controlarla: Come alimentos saludables. Elige alimentos con menos contenido de grasa y calorías, y más contenido de fibra. Realiza más actividad física. Trata de hacer 30 minutos por día de actividad física moderada. Elimina los kilos que tienes de más. Si tienes sobrepeso, bajar incluso el 7 % de tu peso corporal puede reducir el riesgo de tener diabetes. Para mantener tu peso dentro de un rango saludable, realiza cambios permanentes en tus hábitos alimenticios y de actividad física. EDUCACIÓN PARA LA SALUD En las sesiones

Artritis Reumatoide

La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria, crónica, autoinmune y sistémica de etiología desconocida; su principal órgano blanco es la membrana sinovial; se caracteriza por inflamación poliarticular (de varias articulaciones) simétrica de pequeñas y grandes articulaciones, con posible compromiso sistémico (incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón, riñones y los vasos sanguíneos) en cualquier momento de su evolución. La artritis reumatoide afecta el revestimiento de las articulaciones y causa articulaciones sensibles a la palpación, calientes, con una hinchazón dolorosa que puede finalmente al evolucionar causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones, que da como consecuencia discapacidades físicas. A medida que avanza la enfermedad, los síntomas suelen extenderse a las muñecas, las rodillas, los tobillos, los codos, la cadera y los hombros. Se considera artritis reumatoide probable cuando están presentes 4 o más de los 7 criterios de clasificación del Colegio Americano de Reumatología (ACR por sus siglas en inglés). La artritis reumatoide de inicio reciente se debe sospechar en el paciente con signos y síntomas de al menos 6 semanas de duración y de menos de 12 meses de evolución, que incluya 3 o más articulaciones inflamadas, artritis en manos, rigidez articular matutina de 30 minutos o más, dolor a la compresión de articulaciones de manos y pies, con afección simétrica. Los estudios de laboratorio clínico en el paciente que se sospeche un diagnóstico de artritis reumatoide deben incluir: biometría hemática completa, velocidad de sedimentación globular y proteína C reactiva, transaminasas, química sanguínea preferentemente de 35 elementos más examen general de orina con una periodicidad de cada 6 meses. La presencia de anticuerpos Anti péptido cíclico citrulinado (Anti CCP) corrobora el diagnóstico Artritis Reumatoide. En los dos primeros años se produce un daño articular severo e irreversible. La inflamación engrosa el sinovial, que puede destruir el cartílago y el hueso dentro de la articulación. Los tendones y ligamentos que mantienen unida la articulación se debilitan y se estiran. Gradualmente, la articulación pierde su forma y su alineación, lo que da como resultado deformación de órgano afectado. Un tratamiento precoz disminuye y previene ese daño. Al inicio del diagnóstico de artritis reumatoide se recomienda hacer estudios de radiología e imagen para visualizar si existe alguna fractura, asimismo se deberá evaluar los principales factores de riesgo de fractura y de pérdida de masa ósea. En la atención de un paciente con artritis reumatoide se debe basar en un equipo multidisciplinario, tomando en consideración las necesidades individuales del paciente. Factores de riesgo Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer artritis reumatoide son: Sexo. Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar artritis reumatoidea. La edad. La artritis reumatoide se puede producir a cualquier edad, pero más frecuentemente comienza a mediana edad. Antecedentes familiares. Si un familiar padece artritis reumatoide, el riesgo de que padezcas la enfermedad puede ser mayor. Obesidad. Las personas, especialmente las mujeres de hasta 55 años, que tienen sobrepeso o son obesas pareciera que presentan un mayor riesgo de desarrollo de artritis reumatoide. Complicaciones La artritis reumatoide aumenta el riesgo de desarrollar: Osteoporosis. Algunos medicamentos utilizados para tratar la artritis reumatoide, pueden aumentar tu riesgo de osteoporosis, una afección que debilita los huesos y los hace más propensos a las fracturas. Nódulos reumatoides. Estos bultos firmes de tejido se forman con mayor frecuencia alrededor de los puntos de presión, como los codos. Sequedad en los ojos y la boca. Las personas que tienen artritis reumatoide son mucho más propensas a manifestar el síndrome de Sjögren, un trastorno que disminuye la cantidad de humedad en los ojos y la boca. Infecciones. La enfermedad en sí y muchos de los medicamentos utilizados para combatir la artritis reumatoide pueden dañar el sistema inmunitario y provocar un aumento de las infecciones. Síndrome del túnel carpiano. Si la artritis reumatoide te afecta las muñecas, la inflamación puede comprimir el nervio que inerva parte de la mano y los dedos. Problemas de corazón. La artritis reumatoide puede aumentar el riesgo de endurecimiento y obstrucción de las arterias, así como la inflamación del saco que rodea el corazón. Enfermedad pulmonar. Las personas con artritis reumatoide tienen un mayor riesgo de inflamación y cicatrización de los tejidos pulmonares, lo que puede provocar una dificultad respiratoria progresiva. FUENTE: Mayo Clinic

Hipertensión Arterial

Descripción general La presión arterial está determinada por la cantidad de sangre que tu corazón bombea, como por el grado de resistencia al flujo de la sangre en tus arterias. Cuanta más sangre tu corazón bombee y cuanto más estrechas estén tus arterias, mayor será tu presión arterial. Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mm Hg. Una presión arterial alta (hipertensión) es caracterizado por la elevación persistente de las cifras de presión arterial, y uno o ambos números de la presión arterial son mayores de 140/90 mm Hg. La hipertensión arterial sistémica esencial primaria es un síndrome de etiología múltiple. Se puede tener presión arterial alta (hipertensión) durante años sin tener ningún síntoma. Aun sin síntomas, el daño a los vasos sanguíneos y a tu corazón se sigue produciendo y puede detectarse. La presión arterial alta no controlada aumenta tu riesgo de graves problemas de salud, estas incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos o muerte prematura. Cuando debes consultar con un médico. Probablemente te tomen la presión como parte de tu consulta médica de rutina. Pídele al médico que te mida la presión arterial por lo menos cada dos meses a partir de los 18 años. Si tienes 40 años o más, o si tienes entre 18 y 39 años y presentas un riesgo elevado de presión arterial alta, pídele al médico que te mida la presión arterial todos los meses. Es importante usar un brazalete del tamaño adecuado para tomarte la presión. Tu médico probablemente recomiende tomarte la presión con más frecuencia si ya te han diagnosticado presión arterial alta o si tienes otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. La precisión de los equipos para medir la presión arterial depende de varios factores, como el tamaño adecuado del brazalete y el uso correcto de los equipos para tomar la presión. Por medio del modelo SCORE (Sistematic, Coronary, Risk, Evaluation), por sus siglas en inglés, puede establecerse el riesgo de fallecer asociado a enfermedad cardiovascular; el puntaje de este modelo se estima con base en la edad, sexo, hábito tabáquico, colesterol total y presión sistólica del paciente. El modelo de SCORE se aplica en pacientes con Hipertensión Arterial Sistémica asintomáticos, sin enfermedad cardiovascular, renal o diabetes mellitus. Integrar el diagnóstico de Hipertensión Arterial Sistémica desde la primera consulta médica en todo paciente diabético o datos de insuficiencia renal de moderada a grave es de suma importancia. Síntomas La mayoría de las personas con presión arterial alta, inicialmente pueden ser asintomáticos, posteriormente pueden tener dolor de cabeza, dificultad para respirar o sangrado nasal, pero estos signos y síntomas no son específicos y, por lo general, no se presentan hasta que dicho trastorno alcanza una etapa potencialmente importante, grave e incluso fatal. Causas Existen dos tipos de presión arterial alta. 1) Hipertensión primaria (esencial) La mayoría de las veces no se identifica ninguna causa de presión arterial alta. Esto se denomina hipertensión esencial. Este tipo de presión arterial alta, suele desarrollarse gradualmente en el transcurso de los años. 2) Hipertensión secundaria La hipertensión causada por otra afección o por un medicamento que esté tomando se denomina hipertensión secundaria. Esta puede deberse a: Apnea obstructiva del sueño. Tumores de la glándula suprarrenal. Problemas de tiroides. Embarazo o preeclampsia. Ciertos defectos de nacimiento (congénitos) en los vasos sanguíneos. Medicamentos como las píldoras anticonceptivas, pastillas para adelgazar, algunos medicamentos para el resfriado, medicamentos para la migraña, corticosteroides, algunos antipsicóticos y ciertos medicamentos utilizados para tratar el cáncer. Estrechamiento de la arteria que irriga sangre al riñón (estenosis de la arteria renal). Problemas renales. Drogas como la cocaína y las anfetaminas. Factores de riesgo La presión arterial alta presenta muchos factores de riesgo, incluidos los siguientes: La edad. El riesgo de presión arterial alta aumenta con la edad. Hasta aproximadamente los 64 años, la presión arterial alta es más común en los hombres. Las mujeres son más propensas a desarrollar presión arterial alta después de los 65 años. Raza. La presión arterial alta es particularmente común entre las personas con ascendencia africana, la cual se desarrolla, a menudo, a una edad más temprana que en los blancos. Las complicaciones graves, como el accidente cerebrovascular, el ataque cardíaco y la insuficiencia renal, también son más comunes en personas con ascendencia africana. Antecedentes familiares. La presión arterial alta tiene probablemente un posible componente hereditario. Tener sobrepeso u obesidad. Cuando tienes sobrepeso, más sangre necesitas para suministrar oxígeno y nutrientes a tus tejidos. A medida que aumenta el volumen de sangre que circula a través de los vasos sanguíneos, también lo hace la presión sobre las paredes arteriales. Existe una asociación entre la hipertensión arterial y el excedente de peso. Se recomienda aconsejar a las personas mantener un índice de masa corporal entre 18.5 y 24.9 kg/m2, para prevenir el riesgo de hipertensión arterial sistémica. No hacer actividad física. Las personas inactivas tienden a tener una mayor frecuencia cardíaca. Cuanto más alto sea tu ritmo cardíaco, más esfuerzo debe hacer el corazón con cada contracción y más fuerte es la fuerza que se ejerce sobre las arterias. La falta de actividad física también aumenta el riesgo de sobrepeso. Demasiada sal (sodio) en la dieta. Demasiado sodio en tu dieta puede hacer que el cuerpo retenga líquidos, lo cual aumenta la presión arterial. Muy poco potasio en la dieta. El potasio ayuda a equilibrar la cantidad de sodio en las células. Si no incluyes suficiente potasio en tu dieta o no retienes una cantidad suficiente de dicho potasio, se puede acumular demasiado sodio en la sangre. Estrés. Los niveles altos de estrés pueden provocar un aumento temporal de la presión arterial. Si comes de más, consumes tabaco o tomas alcohol, puede que solo aumenten los problemas con la presión arterial alta. Ciertas afecciones crónicas. Ciertas enfermedades crónicas también pueden aumentar tu riesgo de presión arterial alta, como la enfermedad renal, la diabetes y la apnea del sueño. Aunque la presión arterial alta es más común en los adultos, los niños también pueden estar en riesgo. Para un número de